Nico Berardo
SAN LORENZO
Lado C
Cauteruccio, un ariete por naturaleza, brilla en su nuevo rol: Diego Aguirre lo utiliza como extremo derecho, donde lo había visto romperla en Nacional de Uruguay. “Nos sentimos cómodos como equipo”, dice el 7.
Salió de memoria. No dudó demasiado a la hora de tomar la decisión: el recuerdo que Diego Aguirre guardaba en su cabeza le garantizaba que la elección no sería errada. ¿Cuánto había pasado? ¿Cinco años desde aquella vez en que lo había visto romperla en un Nacional-Peñarol desnivelando por la derecha? El entrenador de San Lorenzo sabía lo que Martín Cauteruccio podía darle si lo ubicaba lejos de su hábitat natural, el área, para que utilizara su potencia y velocidad en pos de asistir al ariete de turno. Conocía su lado C desde el 2011, cuando había observado sus cualidades en un partido de la Copa Bicentenario que el Carbonero le ganó 2-1 al Bolso, que en ese momento dirigía Juan Ramón Carrasco. El tiempo (y los partidos) le dieron la razón a la Fiera.
“Por suerte estoy jugando bien en esa posición, y siempre trato de crecer”, remarcó Cauteruccio luego de la victoria ante Godoy Cruz, que le permitió a San Lorenzo clasificarse a los cuartos de final de la Copa Argentina. Un encuentro en el que él tuvo una participación activa: convirtió el primer gol, que llegó luego de una sucesión de pases que incluyó tacos y paredes. “El gol fue muy lindo desde lo colectivo”, elogió un delantero que para el cuerpo técnico viene demostrando un enorme compromiso táctico. ¿Un ejemplo? Con el partido empatado, Boedo quedó mal parado en un contragolpe y fue él quien corrió 80 metros para meter un cierre bárbaro. “Eso nos demuestra que está muy metido, y entusiasmado”, cuentan desde adentro.Hoy vestido con la 7 que siempre le gustó y que hasta hace unos meses era propiedad de su amigo Buffarini, Cauteruccio parece haberse adaptado bárbaro a su nuevo rol. Pero aunque el 9 de área es Blandi, él no perdió la costumbre de marcar: lleva 30 en San Lorenzo, y 11 en la Copa Argentina, competición de la que ya es el máximo goleador. Su buen momento no es casual: además de los entrenamientos que realiza bajo el mando del cuerpo técnico (que integra Juan Verzeri, ex coach suyo en Racing de Montevideo), en su momento también trabajó junto con el optómetra Mariano Canegallo para mejorar sus reflejos y su equilibrio. Un laburo que hoy no solamente goza Aguirre, sino todo San Lorenzo.Con su nueva faceta, Caute le ganó la posición a quien era una fija (Ezequiel Cerutti) y, al armar el equipo, su apellido sale de memoria. Mérito suyo y del entrenador, que explotó bien su lado C.