http://www.ole.com.ar/san-lorenzo/titulo_0_1438056228.html
El gol es el alimento del nueve. Lo nutre. Cuando no prueban bocado, a esta raza de jugadores la panza les hace ruido. Sufren náuseas. Para ellos, convertir cada tanto es como disfrutar de una viandita: necesitan quedar pipones para llenarse de confianza. Pero el problema de los goleadores radica en saber cuál es el camino correcto para cortar la dieta inesperada, esas rachas que no les permiten festejar seguido.
Martín Cauteruccio quiso recuperar su voracidad. Y fue a nutricionista. Que, en su caso, es optómetra. El trabajo que venía haciendo con Edgardo Bauza era suculento e intensivo. Sin embargo, él sintió que podía mejorar algunas de sus características, potenciar virtudes para explotarlas dentro del área. Y en febrero, luego de un partido flojo en lo personal ante River, decidió acercarse a Mariano Canegallo, el especialista que trabaja en San Lorenzo, para sumarle entrenamiento al cuerpo. De los pies, y de los ojos, a la cabeza. “Es una herramienta más que nos brinda el club. Mariano trabaja permanentemente con nosotros, como también hay un psicólogo. Son cosas que van aportando granitos de arena y que, a la larga, ayudan a que el equipo esté mejor”, le cuenta el uruguayo a Olé . “En mi caso, sé que la movilidad y los reflejos son importantes para el puesto que me toca ocupar, porque tengo que buscar los espacios vacíos al agarrar la pelota, buscar al jugador que pueda recibir mejor el balón si me toca pasarlo. Son cosas que aportan”, complementó quien mejoró -y mucho- su rendimiento a partir del tratamiento que realizó: en lo que va del 2015 hizo 13 goles, repartidos entre el torneo local (ocho), la Copa Argentina (cuatro, siendo el segundo goleador detrás de Luis Luna, de Vélez de San Ramón) y la Libertadores, en la que demostró una gran capacidad de reacción y motricidad para tirar un sombrero, bajarla con pericia y fusilar a Rogerio Ceni en el gol del 1-0 ante San Pablo, por la fase de grupos.
-¿Notás la diferencia? -Sí, uno se siente mucho mejor. Hay que remarcar que lo primero en cada jugador es sentirse bien físicamente. Es primordial. Y esta clase de prácticas te ayudan a enriquecerte.
El tratamiento que lleva a cabo Cauteruccio (al igual que Torrico, Catalán y Mas, entre otros) consta de ejercicios para potenciar la reacción, la precisión y la estabilidad. Este método que no sólo se utiliza en la Argentina: además es empleado por entrenadores del fútbol de Europa, de la NBA y también de la Major League Soccer de los Estados Unidos. La aplicación de la optometría como neurociencia se enfoca, en este caso, en mejorar los vínculos que se generan a partir de la información que llega desde la vista al cerebro. Así se potencian las habilidades visuales para que el nexo con los centros motores actúen con precisión. ¿En qué consisten los ejercicios? Son variados: desde atajar una pelota de tenis o dar pases correctos con un ojo tapado, hasta resolver juegos de ingenio. Martín trabaja tres veces por semana junto con Canegallo, quien hace un seguimiento tomando mediciones. Caute siempre trabajó con una mirada de progreso, y los resultados fueron óptimos. Laburar a full pensando en eso fue su secreto. El secreto de sus ojos...
“En mi caso, sé que la movilidad y los reflejos son importantes para el puesto que me toca ocupar, porque tengo que buscar los espacios vacíos al agarrar la pelota, buscar al jugador que pueda recibir mejor el balón si me toca pasarlo. Son cosas que aportan”, dijo Caute.