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Boedo sueña hasta en los detalles: trabaja con un optómetra, especialista que potencia la reacción visual de los players. Hoy, el Cuervo va por la cima ante Newell’s. ¿Cómo la ves?
Tengo un amigo de Lobos que les puede dar una mano grande a los muchachos. En serio, es buenísimo”. Gomina Walsh, gaucho de Boedo, lo vendió como si fuese el nueve de la Juventus. Bah, ma’ qué nueve de la Juventus. Como si fuese el 10 del Barcelona. “Es hincha de San Lorenzo y todo”, perseveró el varón de la boina colorada. Y triunfó. Mariano Canegallo es optómetra. Sí, op-tómetra. Un tipo que se ocupa de potenciar la capacidad y las habilidades de la vista en deportistas de alta competencia. Un cuervo que comenzó a trabajar con el plantel en este semestre henchido de deseos top, que labura todos los jueves luego de las prácticas y que arrimó el hombro para que los jugadores, por caso, “redujeran el tiempo de reacción, de anticipación, y desarrollaran la vista periférica”. Esa ciencia, “que no es lo mismo que la oftalmología”, brotó en Estados Unidos, se emplea en varios equipos de la NBA y la Major League Soccer, y es toda una novedad para el fútbol argentino. De hecho, de los 20 conjuntos de Primera –y se descuenta que del Ascenso- sólo el Cuervo lo utiliza. Mirá vos.
Canegallo -46 pirulos, compositor de tangos y autor de dos novelas- ya es casi un integrante más del CT de Pizzi, quien, junto con Campagnuolo, entrenador de arqueros, vio con buenos ojos el desembarco del optómetra. Y, lógico, también votaron los players. “Está bueno porque es algo que sale de la rutina. Además, es importante para el grupo. El otro día hubo un ejercicio que tenía que hacer Torrico, y nos copamos todos porque era divertido. Y eso suma para que lleguemos con todo a la recta final del torneo”, se anima Tito Villalba, uno de los últimos que se prendió a la movida y que esta tarde será titular en Rosario, donde el Ciclón se juega buena parte de sus aspiraciones.
Torrico, en realidad, es quien más tiempo pasa con Mariano. “Yo ya hacía algo parecido, pero esto es un poco más profesional. Algunos me preguntan si ése es el secreto de los penales atajados, y seguro ayude, je”, ríe el Cóndor, chocho con su nuevo coach, y quien, cuentan, más sintió un pequeño parate.
El pack de ejercicios viene variadito: desde capturar una pelotita de tenis con un ojo tapado hasta sentarse frente a una tablet a resolver juegos de ingenio. “Yo hago laburos de ese estilo, y cuando me reponga de la lesión voy a seguir con el resto. Todavía no pude ver los resultados, pero por lo que me cuentan, ellos sí notaron la diferencia. Quizá desde afuera no parezca, pero la vista, la reacción, son puntos clave para los atletas. A veces, una milésima de segundo te define una jugada, y esto permite estar un pasito más adelante. Ojalá que continuemos trabajando con Mariano y, ya que es hincha, podamos darle la alegría de lograr el título”, se ilusiona Martín Cauteruccio, quien viajó a apoyar a sus cumpas. Y tan valioso resulta el servicio –ad honorem- que Carlos Prunes, ex basquetbolista del club y agente de Ginóbili, observó su labor y ya le encargó una serie de tareas para que realicen los jugadores del CASLA que disputan el Torneo Federal. Por eso, y por este impetuoso cuervo, Newell’s: ojito con San Lorenzo.